EL PROBLEMA DE LAS LLEVADAS EN LA RESTA.
Al hilo de un problema expuesto en nuestro grupo de
Facebook (GRUPOCALCULOABN) por la madre de un alumno de 2º de Primaria, a la
que le comunican que en 3º (en dos meses) ya no va a haber ABN, sino vuelta al
cálculo tradicional, algunos comentarios vuelven a sacar a relucir las famosas
e infelices llevadas en las restas, con las que les amargan, de forma
innecesaria, la vida escolar a tantos y tantos niños.
Comprendo que después de siglos trabajando el cálculo de
una determinada manera, cuesta mucho trabajo cambiar. Bueno, no debería costar
tanto, porque hay que ver con qué alegría se aceptan cambios sobra aspectos que
a lo largo de los siglos siempre han sido de una forma distinta. Pero la Escuela
parece otra cosa. En Medicina, por ejemplo, una discusión similar a la de las
llevadas sería debatir sobre la mejor manera de poner las cataplasmas para
combatir mejor la tuberculosis.
Como estamos en vacaciones y no es cuestión de alargarse
mucho quiero exponer una vez más (y van…) nuestro punto de vista, que es el que
reflejamos en las correspondientes prácticas dentro del método ABN.
1º/ LAS LLEVADAS NO
EXISTEN. Es un artilugio inventado para solventar dificultades de cálculo asociados
al método y al formato en que siempre se han presentado cuentas. Por eso,
cuando se cambia de método y de formato, estas desaparecen. En la vida real,
que debe ser el punto de partida de la iniciación matemática, no hay llevadas
por ninguna parte.
2º/ Las formas de
resolver ese problema que recogen quienes se ocupan con el método tradicional
(incluyendo métodos muy modernos y de éxito) solo se apoyan en el artificio del
cálculo, pero no en la realidad que se debería contemplar. Cuando se descompone
el orden de magnitud anterior para poder efectuar el cálculo de la cifra del
sustraendo que es mayor que la correspondiente del sustraendo, se está pensando
en términos de cálculo abstracto, sin referencias. Si yo pago con 500€ una
compra de 311, me devuelven 189 y ya está. ¿Descomponen los diez euros de 311? ¿O
los cien euros? Si ya nos metemos en el campo de las magnitudes, la dimensión
del disparate aumenta. Si me desplazo a una ciudad situada a 407 km, y ya he
recorrido 168, ¿qué descompongo? ¿Cojo una centena de kilómetros y lo parto en
diez decenas, y después cojo una de las decenas y la descompongo en diez
kilómetros sueltos? Y eso, ¿Cómo se hace? Y si sigo el otro método de llevadas,
digo que de 8 a 17 van nueve, y me llevo uno. ¿Qué se lleva? ¿Un kilómetro? ¿Y
cómo se lo lleva, si es algo unidimensional?
3º/ ¿CÓMO LO HACEMOS
NOSOTROS? Conociendo muy bien la numeración y las distancias que se dan entre
los números, y con procedimientos variados de cálculo que permiten simplificar
ese trayecto. Y, por supuesto, trabajando con números completos, con sentido,
no con cifras aisladas y descontextualizadas.
Por cierto y por último: cuando los alumnos ABN hacen las restas tradicionales las hacen mejor y con más sentido que los que solo trabajan el método tradicional. En el vídeo que se acompaña hay tres ejemplos de ello.
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