Ayer recibí un comentario con mucho contenido. El autor del mismo es Juan Francisco Salgado. Media en la discusión suscitada entre Simplicio y un servidor, y que se ha recogido en luengas exposiciones y contraposiciones de ideas.
No me parecía bien que lo que explica el Sr. Salgado quede arrinconado al fondo del lugar de los comentarios en una entrada perdida. Por eso lo traigo aquí y, tras el mismo, sin solución de continuidad, va mi respuesta.
Jaime y
Simplicio, enhorabuena por la interesante discusión. Creo que,
independientemente de
vuestras posturas, el diálogo es enriquecedor. El tono
educado de la discusión ayuda.
Me gustaría
aportar, si os parece, un par de comentarios sobre experiencias en otros
países, ya que ha salido el tema.
Jaime comentaba el
famoso artículo de Kamii-Dominick que todo maestro debería conocer. Jaime, éste
ha sido muy contestado en la propia EEUU:
http://www.wgquirk.com/kamii.html
http://wisemath.org/resources/articles/the-harmful-effects-of-kamii-and-dominicks-study-the-harmful-effects-of-algorithms-in-grades-1-4
http://www.aft.org/pdfs/americaneducator/fall1999/wu.pdf
Simplicio, lo del
ABN no es del todo nuevo. Varios países han utilizado ideas similares, si no
iguales. Es cierto que los resultados han sido irregulares, lo que da que
pensar que hay muchas más variables. Comento EEUU, Reino Unido y Holanda, que
son los que conozco algo.
El sistema
educativo en Reino Unido no es uniforme, pero en Inglaterra y Gales los chicos
aprenden con métodos parecidos desde que se introdujo la National Numeracy
Strategy en los 90 (aunque en Gales tenga diferencias). Por poner un ejemplo,
usan la multiplicación por cajas (box multiplication), que también se utiliza
en el ABN. A pesar de todo, los resultados no son del todo prometedores y el
asunto ha llegado a la prensa en varias ocasiones:
http://www.bbc.co.uk/news/uk-wales-24419852
http://www.bbc.co.uk/news/education-17224600
En EEUU, en el año
2000, ya eran patentes los problemas que las distintas reformas de las
matemáticas estaban causando a los chicos que salían del colegio y querían
seguir estudios. A finales de 1999 se publicó una carta firmada por más de 200
científicos, 4 premios Nobel y 3 medallistas Fields. La medalla Fields es la
más alta distinción para los matemáticos y de la carta se hicieron eco varios
medios y organizaciones, incluidos el Washington Post y la AMS (la asociación
de matemáticos americanos). La podéis encontrar en:
http://www.csun.edu/~vcmth00m/riley.html
Un párrafo dice:
...standard
algorithms of arithmetic are more than just 'ways to get the
answer'...algorithms of arithmetic are preparatory for algebra, since there are
(again, not by accident, but by virtue of the construction of the decimal
system) strong analogies between arithmetic of ordinary numbers and arithmetic
of polynomials.
Después hubo peleas
de años, pero en el informe final del NMAP de 2008, se insistió en que los
alumnos supieran trabajar bien con los algoritmos clásicos:
http://www.ed.gov/about/bdscomm/list/mathpanel/report/final-report.pdf
No dice que no se
puedan emplear otros métodos, aunque deja claro que los clásicos tienen que
conocerse. Podéis leer la página 54, muy clara al respecto.
Otra cosa que dice
el informe muy claro es que hay que explicar los algoritmos. No sólo cómo se
usan, sino por qué funcionan.
Respecto del
sistema holandés, quiero precisar que no es exactamente como dice Jaime. Es cierto
que en el RME se emplea una metodología distinta. Además, hay similitudes con
el ABN. Pero también dan los algoritmos clásicos a partir de 4º. Simplicio, la
división larga en Holanda no se da, por lo menos en primaria (no sé luego).
Si miráis los ejercicios
de niños holandeses de 4º hay algún cambio en el formato pero los algoritmos
son los de siempre. Que no os despiste la división. Los anglosajones, la
división la ponen de forma distinta, pero la hacen igual que aquí, con los
mismos pasos.
Jaime, seguramente
conoces a Marja van den Heuvel-Panhuizen, del instituto Freudhental, que no es
precisamente opositora al RME. Marja tiene un artículo en el ZDM (Zentralblatt
für Didaktik der Mathematik), una de las revistas con más reputación en
didáctica de las matemáticas, que comenta el sistema holandés:
subs.emis.de/journals/ZDM/zdm054a4.pdf
Puedes comprobar
cómo siguen empleando los algoritmos clásicos, aunque después de otros métodos,
algunos muy parecidos a lo que haces con el ABN.
Saludos.
Simplicio, quienquiera que sea, ha suscitado una interesante polémica.
Me encantan las polémicas, y siento no poder dedicarles el tiempo que me
gustaría.
Juan Francisco Sagredo (JFS por aquello de la brevedad), al que le agradezco
el tono, la educación y que dé su nombre, aporta nuevos argumentos para
recordarnos el papel que le asignan a los algoritmos tradicionales (AT en
adelante) autoridades de diverso tipo:
desde investigadores a premios nobeles, desde artículos de prensa a informes
concienzudos e influyentes.
Lo primero que quiero hacer notar es que da por sentadas
afirmaciones que no son ciertas (o no lo son en la parte sustancial). Debe ser
la influencia matemática, en el que el razonamiento debe partir de axiomas que
no se discuten. Irán apareciendo más a lo largo de mi contestación, pero hay
dos de las que hablo ahora mismo.
En primer lugar, se da por sentado que los algoritmos ABN son iguales o
muy parecidos a los de las experiencias que relata en Holanda, EE.UU o
Inglaterra. Pues no. Algunos se pueden parecer algo en la apariencia, pero no
en su esencia y fundamento. Me gustaría que la anterior afirmación de JFS la
apoyara de una manera muy sencilla: aportando imágenes o fotos de los que son
iguales o muy parecidos. Yo me he desmelonado buscando en páginas de idioma
inglés, francés, alemán y holandés, y no los he encontrado. Le agradecería que
me mandara imágenes por e-mail. Yo las subiría al blog, y reconocería la
igualdad en caso de que fuera así. No me dolerían prendas.
La segunda es hacer referencia a
que los algoritmos no convencionales obtienen resultados irregulares (¿quiere
decir bajos?). Pero, ¿irregulares respecto a qué? ¿Respecto a lo que prometen o respecto a los que obtienen
los alumnos que trabajan con AT? Porque no me negará nadie que los resultados
de la segunda opción son calamitosos: los niños no saben calcular si no es con
papel y lápiz, resuelven muy mal los problemas, y, de postre, le toman una fobia a las
matemáticas que les dura toda la vida. Podemos tener algunos datos que sean
irregulares. Pero de AT tenemos millones y millones de malos datos, obtenidos
tercamente a lo largo de decenas y decenas y decenas de años. Pero este no es
el caso de ABN. Si considero que el ABN no es idéntico ni demasiado parecido al
cálculo no convencional, no sé por qué voy a aceptar los resultados que arrojan
esos modelos.
Vamos con Inglaterra. En primer lugar, la box-multiplication tiene una
apariencia externa similar al formato adoptado en ABN. Pero nada más. Las
diferencias son pequeñas en el formato, pero enormes en el algoritmo. Voy a
señalar sólo algunas, para no cansar a los lectores.
La disposición de los factores es la inversa. El multiplicando ocupa la
ordenada, mientras que el multiplicador ocupa la abscisa. Ello no es un mero
capricho, sino que responde a una funcionalidad. Es la que permite que los
resultados del producto de cada orden (o parte en que se divida el
multiplicando) se puedan acumular de manera inmediata, y no se dé lugar a largas
sumas en columna para hallar el producto final. Esto, que puede parecer una
tontería, permite que el alumno no sólo averigüe el resultado final, sino
también todos los parciales.
El formato ABN permite trabajar la estructura multiplicativa al
completo, y no solo una cara de la misma. Así, es relativamente sencillo (lo
hacen los niños de 3º) pasar del producto a la división, por un proceso de
reversión muy matemático. También permite recoger redondeos y ajustes, que,
sencillamente, en AT son imposibles. Podría seguir enumerando diferencias, pero
con lo expresado ya es bastante.
Luego cita artículos de prensa que difunden las dudas que suscitan los
nuevos planteamientos. No los tomo como fuente de autoridad.
Le sigue Estados Unidos. Impresiona el testimonio de matemáticos tan
relevantes e incluso de algunos de los que alcanzaron el premio Nobel. Pues no
me da ni frío ni calor. Ellos entienden mucho de su campo, pero nada o muy poco
de los procesos mentales por los que el niño aprehende los conceptos matemáticos.
Tampoco me siento aludido. El ABN es muy posterior a la fecha de la carta que
firmaron. Si hubieran descalificado el ABN merecerían otra nueva distinción: la
de profetas o adivinos. Hablando en serio, hay un tema de fondo que puede abrir
una nueva línea de discusión: ¿los niños han de aprender matemáticas con el
rigor y el elevado grado de abstracción que se precisa para llegar a ser un
matemático muy destacado o un científico de talla mundial? ¿Se da cuenta del
significado de esto? Pero lo dejo al margen.
Los testimonios que aporta JFS son reacciones a una determinada forma
de trabajar el cálculo, que planteaba posteriormente dificultades para la
formalización del mismo. Los libros de C. K. Kamii, impulsora allí de la lucha
contra los AT, recogen algoritmos inventados por los niños que pueden ser
ingeniosos, pero que no hay forma ni de generalizar ni de formalizar. A esa
forma de trabajar concreta es a lo que se le oponen los razonamientos de tan
distinguidos científicos, no al ABN, que es muy sistemático y en absoluto
caótico e impredecible.
Para cerrar EE.UU. se habla de la necesidad de explicar a los alumnos
los AT. Estupendo. Pero no es nada sencillo. Construir los conceptos necesarios
para comprender unos algoritmos tan sintéticos como son los AT requieren de una
contrastación experiencial que el propio tamaño de los números impide. Por
ejemplo, para que el niño entienda el algoritmo de la división por dos cifras
y, por tanto, toda la casuística que este le pueda presentar (primeras cifras
del dividendo más pequeñas que el divisor, ceros al cociente, ceros al cociente
final, decimales en el dividendo, en el divisor o en ambos, etc.), se necesita
un dividendo de cuatro cifras. Es decir, de miles. ¿Cómo va a hacer
materialmente el niño la división si enseguida se va a juntar con cantidades de
una dimensión inabordable? La alternativa a eso sería utilizar bases de
numeración más pequeñas (la anterior operación, en base tres, se haría con
menos de ochenta objetos). Yo lo intenté e incluso escribí un libro. Tras
repetidos apedreos cejé en mi empeño de explicarle estas ventajas a los
docentes (de entonces; hablo de hace treinta años).
Y otra vez arribamos a la cuestión que ya le plantee a Simplicio. Si
los AT se explicaran bien, si se hiciera de forma que los niños entendieran…
Claro. Y si tía Enriqueta no tuviera ovarios sería tío Enrique. Pero entonces
no estamos comparando el ABN con lo que hay, sino con lo que pudiera haber. Así
bien se puede.
Lo que no se dice en el informe final es por qué después de siglos de
enseñanza se siguen enseñando mal, y por qué después de expresada la
recomendación, van a cambiar las cosas. ¿De entonces a acá se ha notado algo la mejoría? Sería también un buen informe
el que recogiera todas las recomendaciones de los expertos y el caso que han
recibido a lo largo de los últimos cincuenta años.
Acabo con Holanda. He estado en Holanda y he visitado escuelas
holandesas. He leído trabajos de Marja van den Heuvel-Panhuizen. Los
“Bosquejos” me parecen realmente interesantes y que algo así se podría hacer
aquí. Pero la alternativa de los AT se plantea como respuesta al caos de los
algoritmos holandeses.
Ya está bien. No quiero aburrir a las ovejas, al pastor y al perro. He
de decir a JFS que no me siento concernido ni aludido por las citas que me
aporta. Y no entiendo dos cosas. La primera, qué le han visto a los AT. La segunda,
en qué va a perjudicar en el futuro a los alumnos el hecho de que hagan mejor
las cosas y las entiendan.
Muchas gracias.
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