Podría ser (casi) un tutorial. A partir de un producto con decimales, van variando ese mismo producto con distintos órdenes de magnitud.
Aquí está una de las grandes diferencias del ABN con el cálculo tradicional. Los "nuestros" saben qué orden de magnitud resulta del producto, por lo que no necesitan aprender ninguna regla sobre dónde va la coma. Los del cálculo de toda la vida no lo entienden, y aplican la norma de que deben sumar el número de cifras decimales que tienen los factores.
Pregúntenles a los alumnos del cálculo de toda la vida el orden de magnitud resultante del producto de otros dos. Verán qué cosas dicen.
¡Ah! Son alumnos de 6º de Primaria del Colegio "Los Pinos", de Algeciras.
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