SOBRE PISA.
Por Jaime Martínez Montero.
En las reflexiones que siguen me voy a centrar en los
resultados obtenidos en Matemáticas. Los resultados de PISA 2023 han sido malos
para España, pues ha bajado un poco respecto a los últimos obtenidos. Pero
conviene que relativicemos un poco las cosas. Las puntuaciones alcanzadas no
son directas, sino relativas: son puntuaciones típicas o puntuaciones “z”. Es
decir, no cuentan qué nota se ha sacado en el examen, sino dónde se sitúa ese
resultado respecto a todos los resultados obtenidos. También hay que tener en
cuenta que los resultados de PISA se expresan en la Escala del CEEB (“College
Entrance Examination Board”), que tiene la ventaja de que elimina los decimales
y los valores negativos de las puntuaciones “z”, sumando 500 a esas
puntuaciones. Así, la nota de España es -0.27, y la de Ceuta es -1.05. La mejor
nota, que es la obtenida por Singapur, es +0.75, y la peor es la de Kosovo, que
es de -1.45. Las puntuaciones CEEB permiten un análisis más claro que si se
manejarán cifras con uno o des decimales y, además, con signo negativo en algún
caso.
Es importante la elección del tipo de escala que se use.
Por ejemplo, si se pasaran las puntuaciones a nuestra escala, la peor
puntuación correspondería al 2, y la mejor al 6, moviéndose la mayoría de países
entre las notas 4 y 5. Por ejemplo, en España, con excepción de los resultados
de Ceuta (que obtendría un 3), todas las CC.AA. habrían obtenido una
calificación de 4 o de 5.
Hay otro mito que conviene desdramatizar: el de medir las
distancias entre los resultados por ganancias o pérdidas de cursos. Si se me
permite la expresión, esto es algo que carece de sentido. Desde luego y en
cualquier caso, algo imposible de probar. Por ejemplo, la distancia entre
Singapur y Kosovo es de siete cursos. Es decir, que si los de Singapur están en
su nivel, los de Kosovo están en 2º de Primaria. Y si se toma como referencia a
Kosovo, los de Singapur están acabando la carrera universitaria. Otro mito a
debelar es el que extrapola las puntuaciones que habrían obtenido los colegios
privados si fueran públicos o viceversa, aunque este supuesto aún no he visto
que haya sido puesto de manifiesto en PISA 23.
España ocupa un lugar muy similar al que ocupan el resto
de las naciones de su entorno, unos puntos más arriba o unos puntos más abajo.
Por debajo y en un intervalo de veinte puntos, están Portugal, Italia, Noruega,
Estados Unidos, Croacia e Israel. Por encima de nosotros y en el mismo intervalo
están Francia, Alemania, Suecia, Finlandia, Austria Inglaterra, Dinamarca,
Irlanda, Bélgica y Países Bajos. No hay diferencias significativas. El
intervalo de 20 puntos ni siquiera llega al 10% de la diferencia existente
entre Singapur y Kosovo.
En cuanto a la valoración que se puede hacer sobre la
situación de la enseñanza de las matemáticas, poco nuevo se puede decir. En general
se sigue enseñando de la misma manera de siempre, así que no podemos
extrañarnos de los resultados. Decía Einstein que si las cosas se siguen
haciendo de la misma manera es imposible que los resultados cambien. Obsérvese
la siguiente tabla, que recoge los resultados de España en las ocho
aplicaciones de PISA:
AÑO |
2000 |
2003 |
2006 |
2009 |
2012 |
2015 |
2018 |
2023 |
PUNT. |
476 |
485 |
480 |
483 |
484 |
486 |
481 |
473 |
DIF. |
- |
+9 |
-5 |
+3 |
+1 |
+2 |
-5 |
-8 |
D
AC. |
- |
- |
+4 |
+7 |
+8 |
+10 |
+5 |
-3 |
Concluyendo:
de saltos y catástrofes nada. Estamos más o menos igual que hace 23 años. Y es
posible que si las matemáticas se siguen enseñando de la misma manera, en 2046
estaremos como ahora.
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