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domingo, 29 de mayo de 2022

II. Organización de las unidades de los nuevos libros ABN de la editorial ANAYA

Se ha constatado la impresión generalizada de que los libros de texto ABN eran muy densos. Como hemos señalado en más de una ocasión, tal densidad venía dada por los nuevos contenidos del método ABN respecto a lo que se ofrece en las versiones tradicionales del libro. Así, por ejemplo, en el caso de la resta o sustracción la versión tradicional es muy simple: solo hay un tipo de resta y solo hay problemas de restar, en abstracto. En ABN hay sustracción por detracción, por escalera ascendente y descendente, y por comparación. En cuanto a los problemas de restar, por seguir con el mismo contenido, se trabajan trece tipos distintos, de los que algunos, por su dificultad, requieren un tratamiento amplio. Luego, dentro de las estructuras aditivas aparecen operaciones nuevas que no se consideran en las versiones tradicionales de los libros de texto: sumirrestas, dobles restas, reparto igualatorio. 

El remedio a esta densidad se ha nutrido por diferentes vías: 

 La disminución de contenidos del nuevo currículum.

 Esto supone que en los libros de cada curso quede bastante espacio libre para colocar los nuevos contenidos sin tener que forzar o simplificar en exceso los p
ropios del método ABN. 

 La reducción de las baterías de ejercicios. 

 Se reducen las baterías de ejercicios al menos en un tercio y, en los casos más extremos, en la mitad. Pero ello no significa que la necesaria ejercitación de los alumnos quede escasa o corta, porque en la página web de la Editorial se incluyen materiales con diversos ejercicios que complementan los que aparecen en los libros de texto. Será el docente el que, en función de las características de sus alumnos, decida que ejercicios complementarios debe efectuar el alumno. 

 La inclusión y ampliación del uso de la calculadora. 

 Esta se ha incluido en actividades y ejercicios en los que no es tan importante el cálculo cómo el razonamiento, el tratamiento de los enunciados o la conversión o transformación de los mismos. 

 Inclusión de códigos para
indicar el grado de dificultad de las actividades y ejercicios.

 Todas las actividades propuestas vienen con un código de colores, solo conocido por la maestra o maestro, que indica el grado de dificultad en su realización y, por tanto, para qué tipo de niños es recomendable: si los pueden hacer todos los niños de la clase, si la mayoría de los mismos o solo para los niños y niñas más aventajados. Esto permite un mejor ajuste a las características de cada alumno y rompe la creencia extendida de que todos los alumnos han de realizar todas las actividades del libro sin excepción. 

 Inclusión de códigos que determinan el tipo de agrupamiento de alumnos más aconsejable según el tipo de ejercicios o actividades que se han de abordar. 

 Según la complejidad que presenten las tareas, se sugiere, con un código muy sencillo y que solo conoce el profesor, que estas se desarrollen por todo el grupo-clase, en equipo o en parejas, o bien de modo individual. Naturalmente, no se trata de una orden tajante o de un mandato imperativo. Será el docente el que tome la solución más adecuada en función de las características de su alumnado.

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