Abro una nueva entrega, esta vez para acompañar en el final del curso. ¿Hay que elimimar de las prácticas escolares el aprendizaje de la división por dos cifras? Vamos a intentar contestar, en varias a entregas a esta cuestión. Desde ABN decimos que no, y lo justificamos. Para esta larga serie me voy a ayudar de mi último libro ("¿Por qué los escolares fracasan en Matemáticas?", de la editorial Wolters Kluwer) y del amplio surtido de vídeos que se ha ido acumulando a lo largo de los años.
Como acabo de señalar está muy en cuestión que los alumnos de Primaria tengan que aprender a dividir por dos cifras (o, naturalmente, por más de dos cifras). El método «Singapur» ha abandonado esta tarea. Según ellos, no sirve para nada y es una complicación innecesaria que consume un tiempo que es preciso para otras actividades matemáticas más fructíferas. El método «OAOA», que es el único en España que, como ABN, trabaja el cálculo con números completos, también recomienda que no se practique. Es más, uno de sus mentores (Antonio Martín) dice que los maestros que trabajan esta operación con sus alumnos los preparan para ser ciudadanos del siglo… XIX. El nuevo currículum de la C.A. de Andalucía, publicado en enero de 2021 no menciona la división por dos cifras. Pero tampoco hay que tomárselo muy en serio, pues señala que en el Tercer Ciclo los niños deben hallar el MCM y el MCD… sin que se hayan trabajado las potencias. En la última renovación del currículum nacional francés se ha suprimido esta división. Por el contrario, en los Estándares Estatales Comunes de Estados Unidos, que es un documento muy respetado y que se utiliza como referente, la mantienen.¿Cuál es nuestra postura? Pues depende. Si la división por dos cifras la tienen que aprender los niños del mismo modo que lo han hecho hasta ahora a través del método tradicional, pues vendría bien que se suprimiera. Total, no saben lo que hacen y su aprendizaje se resume en un conjunto de nuevas instrucciones que tiene que memorizar. Pero claro, esto podría aplicarse al resto de las operaciones. Ahora bien, si se sigue el algoritmo razonado y comprensible, como es el ABN, no debería desaparecer su estudio. Hasta siete argumentos iremos desgranado.
Como aperitivo, incluyo aquí material que nos dice todo lo que perderíamos de hacer caso a lo que personas tan significadas nos dicen.
AGUDEZ Y PERSPICACIA. Es por dos cifras, de un alumno de José Miguel de la Rosa cuando estaba en 3º (el alumno, no José Miguel), en el colegio "Alonso de Aguilar" en Aguilar de la Frontera. ¿Descubren cómo lo ha hecho? Él ha visto que el resto parcial (2449) es prácticamente igual a lo que ha repartido en primer lugar. Pero le falta uno, luego no puede ser 50, Son 49. ¿Y qué hace? Resta a 2450 el número 49, y ya tiene los 2401. El resto es fácil. Estas cosas suelen ocurrir cuando se educa el pensamiento y se calcula muy bien.
Y ahora tenemos a Laura. Es de 4º de Primaria. se quiso someter al reto de resolver una división con cuatro cifras en el divisor, que nadie le había enseñado. Ella pensó, con acierto, que todo lo que sabía hacer resolviendo una división en la que el divisor tenía dos cifras, lo podría pasar a otra con un divisor de cuatro cifras. Este es el resultado, que asombra a su propia maestra. Y, entre medias, se debe reparar también en el magnífico cálculo mental que exhibe.
Y ahora tenemos a Laura. Es de 4º de Primaria. se quiso someter al reto de resolver una división con cuatro cifras en el divisor, que nadie le había enseñado. Ella pensó, con acierto, que todo lo que sabía hacer resolviendo una división en la que el divisor tenía dos cifras, lo podría pasar a otra con un divisor de cuatro cifras. Este es el resultado, que asombra a su propia maestra. Y, entre medias, se debe reparar también en el magnífico cálculo mental que exhibe.
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