Ramón Mejías es maestro del CEIP "Nuestra Señora de la Soledad", de Cubas de la Sagra (Madrid), y nos relata en Facebook, con tristeza, lo que le ha pasado a una antigua alumna, que ahora se tiene que enfrentar al cálculo tradicional. Ella ha interiorizado la importancia de la posición de las cifras. Por eso, el producto de 702 x 800 lo resuelve así:
Vamos, que ha puesto unidades con unidades, decenas con decenas, etc. Bien alineaditos todos los órdenes de magnitud, como le han dicho. Pero llega el momento en que la maestra la hace en el encerado y la hace así:
La niña le hace notar que los dos ceros están en el lugar de las décimas y las centésimas, y la maestra le contesta que no estaban en esa posición, ya que al no haber comas, no había decimales. En fin, el eterno problema.
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