Nos la muestra, en las fotos que se acompañan, Francisco Javier Rubio, que es mestro en el CEIP "Alba de Plata", en Cáceres. Han tomado como referencia Yakustk, en Siberia, que es la ciudad más fría del mundo. Día a día siguen la evolución de sus temperaturas, y van anotando las oscilaciones que presentan. Claro, se sueltan enseguida en el empleo de los signos y las particularidades de la resta en función de los signos.
Es una buena idea. No solo para iniciarse en los números negativos, sino también para consolarse en los días de frío que se están pasando. Basta con mirar qué temperaturas tienen allí para darse cuenta de que aquí, aunque hiele, estamos en la gloria.
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