Mañana
echa a andar el nuevo curso escolar. Un nuevo curso es una nueva aventura, algo
que está sin escribir y que vamos a rellenar con más experiencia y con más
conocimiento. Nuestros mejores deseos para esta nueva andadura.
Este
es el décimo curso desde que comenzó a aplicarse el ABN. En realidad, el octavo
si se cuenta desde que el ABN salió del ámbito tan recogido y protector de los
primeros dos años. En este tiempo se ha formado una comunidad docente que nos
va a permitir afrontar las tareas del nuevo año escolar más apoyados, con más
lugares a los que acudir, con más materiales y experiencias. No sabemos cómo se
desenvolverá este nuevo período de tiempo. Pero pocos colectivos han puesto a
disposición de los docentes tanto conocimiento y tanta ayuda como lo ha hecho
la comunidad ABN.
No
hace mucho me comentaron, con cierto desdén, que no nos diéramos tanta importancia.
Total, lo que hacíamos era que los niños jugaran con palitos y tapones y poco
más. No me callé, claro, pero la respuesta improvisada siempre deja que desear.
Me hubiera gustado tener a mano lo que dije de la enseñanza de las Matemáticas
con motivo de una ocasión de cierta solemnidad. Pero hoy sí puedo traer aquí
esa cita, y lo hago con la intención de subrayar de que nuestro trabajo es
importante porque hacemos cosas importantes, y que nuestro trabajo es muy digno
porque acrecentamos la dignidad de nuestros alumnos. Hacemos algo más que dar
Matemáticas:
“Porque no hablamos de que los alumnos
aprendan matemáticas, sino de que, como dice Servais, ejerciten el juicio, de
que aprendan a separar lo verdadero de lo falso, lo demostrado de lo no
demostrado. Se Trata de organizar lógicamente las cabezas: ordenar ideas,
reconocer hipótesis, consecuencias, causas, medios, ocasión, efectos. Se trata
de ponerlos en el camino de arribar a la objetividad, a la precisión, al gusto
por lo objetivo: en definitiva, de llegar al método científico. No se trata de
aprender matemáticas, sino que esta sea el instrumento para que el alumno
aprecie la armonía y se sepa expresar con ella. No se trata solo de descubrir y
apreciar las simetrías, proporciones, formas y relaciones en la arquitectura,
la pintura, la escultura, etc., sino también de conseguir la expresión mental
de la belleza y la sencillez: algo tan difícil como saber expresarse con
concisión, claridad, orden y elegancia. En muchas ocasiones se desdeña el papel
de las matemáticas en la educación moral. Pero de educación moral hablamos
cuando se trata de inculcar el cuidado de conocer y comprender los principios
de las cosas, los fundamentos, los a priori, de establecer el hábito de
investigar las preguntas y las justificaciones, de no quedarse con la
explicación fácil. También hablamos de educación moral cuando se trata de crear
probidad y lucidez acerca de sus propias observaciones, opiniones y deducciones
formales. Y también hablamos de educación moral, finalmente, cuando la voluntad
consigue reforzar la capacidad de atención, de concentración y de esfuerzo.”
Como
veis, no es poca cosa la que traemos entre manos. Mañana será el primer día del
resto del curso. No hay tiempo que perder. ¡A
POR ÉL!
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