Una historia que contar.

Conforme se va ampliando el número de colegios y grupos que incorporan el cálculo ABN, vamos llegando a los reductos más conservadores de los colegios. Por ello, a veces se viven historias como la que cuento a continuación.

            A las maestras que trabajan el método ABN en la lejanía a veces se les pone el trabajo cuesta arriba. Me entristece mucho constatar que, en la mayor parte de los casos, las dificultades vienen de los propios compañeros.

            Una de estas aguerridas y valientes maestras me ha mandado un correo que encoge un poco el corazón. Refleja una lucha tremenda, y lo difícil que es aguantar día a día grandes dosis de incomprensión. Es tristísimo que el corporativismo quiera imponerse a los intereses de los alumnos, y la inmovilidad a la profesionalidad. Me parece, no obstante, que en el caso que nos ocupa han dado en hueso.

            La Maestra en cuestión me ha autorizado a publicar los correos. Lo hago, como también con mis contestaciones. Oculto su identidad para no complicar más las cosas. A veces lo mejor es enemigo de lo bueno. Hay una cita que los que estamos en el ABN no deberíamos olvidar:

            “En pequeñas comunidades, es mejor no pensar nada que pensar diferente, no hacer nada que hacer cosas diferentes”.

            Sus correos:

El primero.

  Hola, soy XXXXXX, del colegio YYYYYYYY.

     Tengo un problema muy serio. Mi compañera de primero, a pesar de que llevo todo el trimestre mostrándole los materiales con los que trabajamos previamente y haberle proporcionado detalladamente todo el proceso estructurado anterior a la suma y a la resta, no ha hecho nada. Pone a los niños a recitar los números del 1 al 100 hacia adelante y hacia atrás diariamente. La de tercero, cuyos niños están iniciados en el ABN porque ZZZZZZ sí los introdujo en la suma y en la resta, dice que no se siente preparada, y que tampoco lo va  a hacer. La jefa de estudios (….) me acaba de anunciar de muy mala manera que al ser una clase aislada, va a estudiar si puede eliminar el ABN  de mi clase. Alega que si yo me pongo enferma, quién puede seguir con ese método. Los compañeros de refuerzo saben ambos sumar , restar y sumirestas, pero dice que eso no le vale. El grupo de innovación va lento, porque nos reunimos poco por mi culpa, pero tengo programado llegar hasta la división de aquí a Junio. ¿Pueden conseguir legalmente que yo tenga que abandonar el modelo ABN de enseñanza? Muchas gracias. Un abrazo.

Mi respuesta:

No. No pueden si tus alumnos van bien. Nadie te puede obligar a que enseñes mal pudiéndolo hacer bien. Pero antes de darte "munición", ¿me dejas que publique el correo en el blog (sin identificación, claro), con el fin de que la respuesta les valga a más personas que estén en tu situación?

Un beso y ánimo. Con educación, pero firme. 

Segundo correo.

Hola, Jaime. Muchas gracias por tu pronta respuesta (y la de José Miguel -de la Rosa-). Los resultados son espectaculares. Tengo 27 alumn@s, 3 de ellos con NEE. Existe una media de 20  sobresalientes, 5 notables, un bien y un suficiente. Las cuatro últimas notas corresponden aniñ@s de refuerzo y a una de NEE. Las familias están en un 95% encantadas con el método. Y sé que no tendría ningún problema en el momento de demostrar el alto grado de dominio de las operaciones matemáticas. No me importa que publiques el correo. Y no me voy a cansar de trabajar y luchar en solitario si sé que legalmente no me pueden obligar a abandonar el método. Hoy me han hecho mucho daño. Mi marido me echa en cara que me importe la educación más que mi familia. Lo que me faltaba! Siempre soy la diferente del colegio. Y acabo aislada. Pero no me importa en absoluto pagar ese precio. El  año pasado, cuando (….), cuando conseguí (………) todo eran alabanzas. Y ahora.... Nada, a recitar los números del 1 al 99, que es lo que vale. Muchas gracias por tu ayuda. Y publícame donde sea necesario para que esto cambie de una vez. Un beso. Siempre te agradeceré que me hayas enganchado a esta nueva forma de aprender de verdad las matemáticas.

Segunda contestación.

Querida XXXXX: Comparto plenamente tu indignación y siento mucho no estar más cerca, para que mi solidaridad la pueda demostrar con hechos. Pero algo sí podemos hacer, y es todo lo que te pongo a continuación.

En primer lugar, a ti nadie te puede obligar a que cambies una metodología que te va muy bien por otra que sabemos que obtiene malos resultados. Te ampara la libertad de cátedra y el sentido común. Quien debía dar explicaciones y cambiar debería ser el equipo directivo de tu centro, que en lugar de favorecer la difusión de un método que consigue altos niveles de aprendizaje, intenta coartarlo por puro corporativismo y empujado por la comodidad y/o la ignorancia de los compañeros. ¿Les queda algo de vergüenza?

La coordinación no puede ser argumento que obligue a que tengas que modificar tu modo de trabajo. La coordinación no tiene valor en sí misma, sino como instrumento que facilita unos mejores y más homogéneos resultados. Por ello, no va por delante de los buenos resultados, sino por detrás. La obligación de tu Jefa de Estudios es que los otros cursos, los que tienen peores resultados, se coordinen contigo, y no al revés.

La sustitución que hayas de tener en el hipotético caso de que te pongas enferma nunca puede ser el argumento que condicione tu forma de trabajar. ¡Sólo faltaba! ¡Voy a hacerlo peor por si la persona que me sustituye –si llegara el caso- fuera incompetente! Me cuesta trabajo pensar que personas que tienen la responsabilidad de la jefatura de estudios puedan tener una perspectiva de la profesión tan obtusa. Seamos prácticos: ¿qué le puedes contestar a tal sinsentido? Pues que cuando llegue la sustituta se puede ocupar de otras partes de la materia que no sean aprender procedimientos nuevos de cálculo, o, mejor todavía, que aprenda el nuevo cálculo. Por muy torpe que sea quien te sustituya, estoy seguro de que es capaz de aprender los contenidos que asimilan los niños de siete años. Y hay que recordar que el sustituto se tiene que acomodar al titular, y no al revés, y que llega al colegio para continuar una acción educativa con los niños. ¿No viene para eso? 

Pondré tu correo en el blog, aunque sin identificarte, y también pondré parte de la respuesta. Niégate en redondo. Sigue como estás. No te va a pasar nada. No te pueden hacer nada. Llegado el momento intervendríamos con la Inspección o la Consejería. Ya se planteó un caso así, y establecimos el siguiente “modus operandi”. El Inspector/a visitaría el aula, y compararía su rendimiento con otra del mismo curso, pero de la metodología antigua. Si comprobara que los resultados son mejores, como es el caso, plantearía al equipo directivo y al resto de los docentes que la coordinación obliga a que los que obtienen malos resultados se coordinen con los que los obtienen buenos, y no al revés. Y si hay que escribir en el periódico, escribo. Sabes que tengo acceso y que publico artículos en los nueve periódicos de la Cadena Joly. No tengas ninguna duda de que una situación como la tuya sería bien acogida en sus páginas.

Y por último, diles que con el ABN han llegado tarde. Que ya lo trabajan más de mil docentes y decenas de miles de niños. Que se hace en toda España y en América Latina. Que tenemos documentados y acreditados  rendimientos de alumnos muy superiores a los que se obtienen con el método tradicional. En definitiva, que no se pongan en situación de hacer el ridículo por falta de información. 

¿Por qué ellos van a tener libertad para elegir un método que obtiene malos resultados, y tú no la vas a tener para elegir el que los consigue muy buenos? ¿Por qué te quitan a ti la libertad que ellos a sí mismos se atribuyen?  

Un beso. Nunca vas a estar sola.