Profesor que opinión le merece el ártículo de Susana Wolman, disponible en http://www.quadernsdigitals.net/datos_web/hemeroteca/r_1/nr_802/a_10808/10808.html
Estoy radicalmente en contra. Todo lo que se contiene en este blog creo que les quita la razón. Hacen planteamientos con un soporte muy ligero. Me parece que no han estado sentadas mucho tiempo interactuando con los niños y verificando lo que hacen. Por ejemplo, la cita en que los niños comparan precios. Cojan a un niño de la edad indicada, y pónganle a un lado un montón con 12 caramelos, y al lado otro montón con 17. Pregúntele en qué montón hay más y el niño le contestará correctamente. Pregúntele cuántos hay más en el montón mayor. Verá que ni lo sabe ni es capaz de poner en marcha procedimiento alguno para establecerlo. Y eso si pregunta por el que tiene más. Si pregunta por el que tiene menos el lío ya es total. Como me dijo a mí un niño de seis años: "¿Cómo voy a saberlo si no están?". Yo soy partidario de que el niño aprenda a nadar, pero no se me ocurre echarlo al océano.
Profesor que opinión le merece el ártículo de Susana Wolman, disponible en http://www.quadernsdigitals.net/datos_web/hemeroteca/r_1/nr_802/a_10808/10808.html
ResponderEliminarEstoy radicalmente en contra. Todo lo que se contiene en este blog creo que les quita la razón.
ResponderEliminarHacen planteamientos con un soporte muy ligero. Me parece que no han estado sentadas mucho tiempo interactuando con los niños y verificando lo que hacen. Por ejemplo, la cita en que los niños comparan precios. Cojan a un niño de la edad indicada, y pónganle a un lado un montón con 12 caramelos, y al lado otro montón con 17. Pregúntele en qué montón hay más y el niño le contestará correctamente. Pregúntele cuántos hay más en el montón mayor. Verá que ni lo sabe ni es capaz de poner en marcha procedimiento alguno para establecerlo. Y eso si pregunta por el que tiene más. Si pregunta por el que tiene menos el lío ya es total. Como me dijo a mí un niño de seis años: "¿Cómo voy a saberlo si no están?".
Yo soy partidario de que el niño aprenda a nadar, pero no se me ocurre echarlo al océano.