LA TABLA DE SUMAR
En el desarrollo del cálculo ABN aprendemos todos los días. Los grandes desarrolladores del sistema son a veces los propios niños y las actividades que las maestras ponen en acción en el aula. Por eso, muchas de las previsiones o diseños que habíamos hecho sobre cómo deberían desenvolverse los procedimientos de cálculo resultan modificados.
Es lo que ha ocurrido con la tabla de sumar, cuyo aprendizaje estaba apoyado en un proceso muy complejo y detallado. La experiencia de su aprendizaje en muchos grupos de 1º de Primaria nos ha enseñado que todo puede ser más sencillo. En concreto, en tres etapas y con dos acciones complementarias se cubre todo el aprendizaje. Lo explicamos a continuación.
PRIMERA ETAPA. COMBINACIONES DE DÍGITOS HASTA CINCO.
Las primeras combinaciones las construyen con los dedos. No tienen más que extender en cada mano tantos dedos como indica el correspondiente sumando y contar los dedos extendidos. Normalmente esta fase o etapa los niños la superan enseguida, y las sumas las resuelven por subitización.
SEGUNDA ETAPA. COMBINACIONES DE DÍGITOS MAYORES Y MENORES DE CINCO.
Se trata de las combinaciones en que un sumando es superior a cinco y el otro es inferior a cinco. La técnica es la siguiente. El alumno o alumna “se pone” en su cabeza el sumando mayor, y extiende tantos dedos como indica el sumando menor. Una vez extendidos los dedos, los cuenta a partir del sumando mayor. Por ejemplo: 9 y 3. Pone en su cabeza el número nueve, y extiende tres dedos. A continuación cuenta los dedos a partir del 9: 10, 11 y 12. Es también muy intuitivo y se domina muy pronto.
TERCERA ETAPA. COMBINACIONES DE DÍGITOS MAYORES DE CINCO.
Por ejemplo, 7 + 8. El niño A escribe el 7 (todos los dedos de una mano y dos dedos extendidos en la otra) y la niña B el otro (todos los dedos de una mano y tres dedos extendidos en la otra). Se les hace notar que los dedos de las dos manos que tienen todos extendidos no hay que contarlos, porque saben que son diez. Ahora, a partir de diez, cuentan todos los dedos extendidos que quedan: 11 y 12 (de una mano) y 13, 14 y 15 de la otra.
En un primer momento, se necesitan a dos niños. Cada niño escribe un sumando con los dedos y después se cuentan los dedos que hay.
Una vez que entienden y automatizan el proceso de contar a partir de diez, se prescinde de uno de los niños. Ahora cada sumando se escribe en una mano: el 8 son tres dedos extendidos, el 9 cuatro, etc.
El alumno cuenta a partir de 10 los dedos extendidos. Por ejemplo, 6 + 9:
1. Escribe los sumandos con los dedos. En una mano extiende 1 dedo (6) y en la otra 4 (el 9).
2. Cuenta a partir de diez los dedos de la primera mano: 11.
3. Cuenta a partir de once los dedos de la segunda mano: 12, 13, 14 y 15. Ese es el resultado.
Es un proceso rápido que el niño entiende sin dificultad y que le permite, sin angustias ni inseguridades, afrontar las sumas y restas.
PRIMERA ACCIÓN COMPLEMENTARIA: LOS DOBLES.
Simultáneamente a los anteriores procesos se han de trabajar los dobles y, una vez asentados estos, las mitades. No hay peligros. Los niños los aprenden enseguida. Por no sabemos qué extraña razón, las sumas de dos dígitos repetidos las aprenden enseguida y las resuelven con enorme sencillez. Lo mismo ocurre con las mitades, por lo que no se necesitan especiales recomendaciones para su aprendizaje.
SEGUNDA ACCIÓN COMPLEMENTARIA: LOS QUE SUMAN DIEZ.
1. Las sumas de los complementarios a 10.
Es de tremenda importancia que los niños dominen con singular destreza la suma de los números que da diez como resultado. Es una de las llaves del cálculo mental, y por ello se han de trabajar estas combinaciones específicamente, y alterando el orden de los sumandos (9 + 1 y 1 + 9). Han de tener un dominio completo de estas tres tareas:
1. Conocer a la perfección todos los pares de números cuya suma da diez.
1. Conocer a la perfección todos los pares de números cuya suma da diez.
2. Dado un número menor de 10, decir lo que falta para llegar a 10.
3. Dado el número 10, decir qué número queda si se quita uno más pequeño de diez.
Para resolver bien las anteriores cuestiones se tienen los instrumentos más imprescindibles y que mejor aseguran el éxito del aprendizaje: los dedos de las manos. Hemos visto como niños de 3 y 4 años responden a todas las cuestiones cuando tienen que resolverlas usando los dedo
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