Luna posa al lado de la cuenta que acaba de terminar. Es de cuatro sumandos, y sigue una marcha parsimoniosa: cuando acaba con uno empieza con el otro. Hay tan sólo una licencia, y se la sugerí yo: en el cuarto paso, une el 2 de la columna de 203 con el 98 de la columna anterior, para así sumar 100 y no dar excesivos rodeos.
Salvo en casos de niños y niñas muy dotados, es el modo normal de operar que tienen la mayoría de los alumnos cuando se enfrentan a sumas con más de dos sumandos.
A Iker le llaman sus compañeros "la máquina". Es verdad que calcula bien, deprisa y se ve que disfruta.
Es más atervido que Luna, y se nota en cómo mezcla sumandos para conseguir dos objetivos: por un lado, consumir los términos de la suma lo más rápido posible; por el otro, obtener unos números a añadir bastante "redondos", para que su agregación no sea complicada.
Ha hecho la suma en cinco pasos, como Luna, pero con una técnica distinta. Ha elegido "cargar" en el sumando mayor. El primer paso recoge cantidades del primer y segundo sumando, igual que hace en el paso tercero. En los pasos segundo y cuarto sólo agrega cantidades procedentes de un sólo sumando. Finalmente, en el último paso, mezcla lo que queda de los sumandos segundo y tercero.
A Iker le encanta hacr operaciones. Le pregunté si no sería capaz de resolverlas en menos pasos. Me dijo que sí, pero que entonces se le acababan enseguida....
Iker y Luna son alumnos de las clases de Primero, de cuyos grupos son tutoras Carmen Navarrete y Marisol Movilla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario