Páginas

lunes, 11 de diciembre de 2023

PISA 2023. Otro análisis.

 

SOBRE PISA.

Por Jaime Martínez Montero.

             Todo suena a lo mismo. El hecho de ser mayor permite que uno se acuerde de los primeros resultados de PISA allá por el ya lejano año 2000. Veintitrés años después se vuelve a repetir el ceremonial: malos resultados, quejas y lamentos, oleada de artículos, entrevistas a los expertos, etc. Y a la semana se olvidaba el asunto y ya está.

            En las reflexiones que siguen me voy a centrar en los resultados obtenidos en Matemáticas. Los resultados de PISA 2023 han sido malos para España, pues ha bajado un poco respecto a los últimos obtenidos. Pero conviene que relativicemos un poco las cosas. Las puntuaciones alcanzadas no son directas, sino relativas: son puntuaciones típicas o puntuaciones “z”. Es decir, no cuentan qué nota se ha sacado en el examen, sino dónde se sitúa ese resultado respecto a todos los resultados obtenidos. También hay que tener en cuenta que los resultados de PISA se expresan en la Escala del CEEB (“College Entrance Examination Board”), que tiene la ventaja de que elimina los decimales y los valores negativos de las puntuaciones “z”, sumando 500 a esas puntuaciones. Así, la nota de España es -0.27, y la de Ceuta es -1.05. La mejor nota, que es la obtenida por Singapur, es +0.75, y la peor es la de Kosovo, que es de -1.45. Las puntuaciones CEEB permiten un análisis más claro que si se manejarán cifras con uno o des decimales y, además, con signo negativo en algún caso.

            Es importante la elección del tipo de escala que se use. Por ejemplo, si se pasaran las puntuaciones a nuestra escala, la peor puntuación correspondería al 2, y la mejor al 6, moviéndose la mayoría de países entre las notas 4 y 5. Por ejemplo, en España, con excepción de los resultados de Ceuta (que obtendría un 3), todas las CC.AA. habrían obtenido una calificación de 4 o de 5.

            Hay otro mito que conviene desdramatizar: el de medir las distancias entre los resultados por ganancias o pérdidas de cursos. Si se me permite la expresión, esto es algo que carece de sentido. Desde luego y en cualquier caso, algo imposible de probar. Por ejemplo, la distancia entre Singapur y Kosovo es de siete cursos. Es decir, que si los de Singapur están en su nivel, los de Kosovo están en 2º de Primaria. Y si se toma como referencia a Kosovo, los de Singapur están acabando la carrera universitaria. Otro mito a debelar es el que extrapola las puntuaciones que habrían obtenido los colegios privados si fueran públicos o viceversa, aunque este supuesto aún no he visto que haya sido puesto de manifiesto en PISA 23.

            España ocupa un lugar muy similar al que ocupan el resto de las naciones de su entorno, unos puntos más arriba o unos puntos más abajo. Por debajo y en un intervalo de veinte puntos, están Portugal, Italia, Noruega, Estados Unidos, Croacia e Israel. Por encima de nosotros y en el mismo intervalo están Francia, Alemania, Suecia, Finlandia, Austria Inglaterra, Dinamarca, Irlanda, Bélgica y Países Bajos. No hay diferencias significativas. El intervalo de 20 puntos ni siquiera llega al 10% de la diferencia existente entre Singapur y Kosovo.

            En cuanto a la valoración que se puede hacer sobre la situación de la enseñanza de las matemáticas, poco nuevo se puede decir. En general se sigue enseñando de la misma manera de siempre, así que no podemos extrañarnos de los resultados. Decía Einstein que si las cosas se siguen haciendo de la misma manera es imposible que los resultados cambien. Obsérvese la siguiente tabla, que recoge los resultados de España en las ocho aplicaciones de PISA:

AÑO

2000

2003

2006

2009

2012

2015

2018

2023

PUNT.

476

485

480

483

484

486

481

473

DIF.

-

+9

-5

+3

+1

+2

-5

-8

D AC.

-

-

+4

+7

+8

+10

+5

-3

          La media es de 481. El máximo valor se da en 2015, y es superior en cinco a la media. Y el menor valor se da en 2023 y es trece puntos inferior a esa media.

Concluyendo: de saltos y catástrofes nada. Estamos más o menos igual que hace 23 años. Y es posible que si las matemáticas se siguen enseñando de la misma manera, en 2046 estaremos como ahora.


No hay comentarios:

Publicar un comentario